Ir al contenido principal

El Teatro de la No-Sonrisa

La semana pasada me invitaron a ver una obra que se llama Hey Girl!, de un señor italiano que se llama Romeo Castellucci. Teatro de la Ciudad. Sábado por la noche. Caché. (Casi nunca voy al teatro, por caro. Pero como aquí sobraba un boleto, pues no pude decir que no. 450 pesos por persona!)

La obra trata de…de...de…no sé bien, ok!? Es teatro multimedia posmoderno, así que no tiene una trama tradicional. Y obvio no hay intermedios, como cuando fui a ver Tom Sawyer de chico al Teatro Libanés (Panditas!) Lo que sí tiene la obra son muchos, muchos, MUCHOS, símbolos. 

Algunos dicen que son muy obvios. Yo sólo capté uno: la protagonista empieza a oír ruidos en su cabeza y ahí, a cada lado del escenario, se prende una marquesina con la letra L o R. Va para un lado y para el otro. Ruido. Estoy casi seguro que es su cerebro. Los hemisferios. Fuera de eso, nada. Hay mujeres desnudas con body paint, un tipo en un smoking con todo y sombrero de copa, vidrios rotos, una golpiza con almohadas a la protagonista, cera o algo que se derrite, una espada y una música y sonidos de ambientación que podrían utilizarse con mucho orgullo en el próximo Silent Hill (soy un nerd). 

 Ok, algo sumamente cool, hyper cool, es una parte en donde la mujer principal recibe con rayo laser “ideas” y una pantalla, atrás, pone palabras en random. Hay sonidos y música de acompañamiento. Ya saben, el sonido agudo que produce un rayo láser y el sonido que producen las ideas cuando se asimilan en el cerebro. 

 Castellucci platicó con La Jornada sobre su obra. Dice que hoy el teatro se centra en las sensaciones, que no importa ser un intelectual para poder apreciar un espectáculo, que hay muchas indicios, muchas claves de acceso que conducen a una geometría, a un diseño muy específico, aunque se trata de una geometría variable, porque cambia según el espectador, pero no surrealista. Debe ser difícil ser este hombre. Tiene otras obras aún más oscuras (!). También debe ser difícil trabajar con él. Al final de la obra, con los aplausos de un teatro lleno, ninguno de los actores sonrió.

Comentarios

  1. Nice. Te falto el manejo de la luz... y el sonido de YUM YUM YUM grabado.

    ResponderEliminar
  2. Ola ! Edu-san.
    Je te remercie pour tes nouvelles de blog :)
    Ça me donne une exellente occasion pour savoir la vie au Mexique de point de vue de jounalist, et aussi pour apprendre l'espagnol !

    J'espère que je pourrai écrire un commentaire en Espagnol. Ja ja ja ja ja.
    Kumiko

    ResponderEliminar
  3. Congrats my friend! Keep them comming.

    Abel Q

    ResponderEliminar
  4. ¡Ehhhhhhh! Por fin el blog!
    Hubiera cambiado de algo si el protagonista hubiera sido hombre?

    ResponderEliminar
  5. Yo creo que sí: la protagonista no aparecería tan confundida. Pero esa es una proyección! :P

    ResponderEliminar
  6. Kumiko-san: gracias! Abel-san: por qué carajos hablas en inglés? Sista-san:no se me olvidó, lo había bloqueado y ahora ya lo traigo otra vez en la cabeza!

    ResponderEliminar
  7. Gracias al cielo no fui, me hubiera dado un tiro. :P

    Edu te voy a hacer promoción, TWEEEEEET!!!!
    Love you.

    ResponderEliminar
  8. jajaja! Sí, estoy seguro que sí! Y también le habrías pegado a alguien.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario