Ahora que ya no tengo que ir todos los días en coche a una oficina, camino más por la Ciudad de México, generalmente una hora al día. Esto cumple dos objetivos: 1. mientras llego a un lugar hago ejercicio y 2. capto cómo se siente lo que está afuera de mí, como el humor de la gente, el ritmo del tránsito vehícular, el pulso del clima, y cosas de ese estilo que son imposibles de calificar si paso 12 horas al día en cuatro paredes. Y de repente me topo con cosas como las de la foto de arriba. En mi subconsciente, son la verdadera razón por la que camino. Cualquiera que haya caminado al lado de mí sabe que nunca camino en línea recta. Voy como zigzageando porque sé que una línea recta es el camino más corto entre dos puntos y porque así puedo revisar más banquetas en menor cantidad de tiempo. Una banqueta es un documento y la lea como una revista: primero la contraportada, después el artículo central y al último salto a lo que me llama la atención, sin ningún orden específico. Al igual q