-Por qué tanto tiempo desaparecido?
-Estaba en otras cosas, pero ahora ya bien.
-Y eso que traes ahí?
-Son tuyas. Siempre te han gustado de nylon. Mexicanas.
-Ah sí, gracias a dios nada de metal, eh. Todavía tengo las marcas de la última vez. Me dan ganas de matar al sádico hijo de puta que las inventó.
-A mí también me lastiman. Sólo sirven para Hotel California y a veces.
-Sí y también gracias por cuidarme.
-De nada, cómo no lo iba a hacer? Palo de Rosa, verdad?
-Sí, el mejor. Para darle profundidad al sonido. Y agradable al tacto.
-Me doy cuenta. Siento que nunca te dejé.
-Pero sí lo hiciste. Ahora deja de hacer pendejadas y concéntrate conmigo.
Comentarios
Publicar un comentario