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Estilista


Una foto es un fragmento de tiempo congelado. Un corte transeccional del espacio.


En particular, la foto de acción siempre me ha resultado más fácil que la de un retrato, por ejemplo. La realidad es mucho más espontánea, no obliga a la anticipación o la pose.


Aquí cinco tips para hacer más fácil la foto de estudio:


-Si el cliente lo permite, ve a su casa y escoge su ropa para la foto. Es casi seguro que no le gustará lo que has escogido. Eso está bien. Escoge la ropa menos indicada para el día. Si hace calor, un abrigo, bufanda y un gorro ruso. Si hace frío, unos shorts y camisetas. Más que su ropa, quieres conocer su personalidad.


-Si la foto será en estudio con un fondo negro o blanco, NO le recomiendes que lleve ropa contrastante. Dile que lo de hoy es el look de la cabeza cortada, negro sobre negro, blanco sobre blanco. Después dale UN accesorio que contraste con tu fondo. El fondo y la ropa monocromáticas te obligan a concentrate en su cara, lo que a fin de cuentas más importa.


-Pregúntale al cliente en dónde estarán colocadas y para quién van dirigidas las fotos. Si son para su madre, hazlas provocativas, con poca ropa, o en actividades poco usuales: friendo camarones, pintando la pared, lavando el auto. Recuerda: lo que quieres es hacer la foto memorable.


-Si tienes accessiorios, úsalos a tu favor. Por ejemplo, una abuela puede cargar un hacha o una pistola en el cuadro. La idea es mantener la tensión situacional en la foto. Mientras más común el accesorio, habrá menos tensión en el producto final.


-Nunca le pidas a tu cliente que compre ropa nueva para la sesión de fotos. La puede pedir prestada, y de preferencia a gente que no sea demasiada afin a ella. Si es oficinista, que le pida la ropa al taquero. Si es sacerdote, un kit de S&M. Así, él o ella se verán como nunca antes se habían visto. La idea es el cliente se sorprenda de él mismo.

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