Síntesis: Idea de la Constitución dada a las Américas por los reyes de España antes de la invasión del antiguo despotismo (Fray Servando Teresa de Mier)
Síntesis: Idea de la Constitución dada a las Américas por los reyes de España antes de la invasión del antiguo despotismo (Fray Servando Teresa de Mier)
Este texto de Fray Servando Teresa de Mier (1763-1827), escrito
probablemente entre 1820 y 1821, es una especie de apología sobre el
derecho autonómico de la Nueva España lanzado durante los convulsos
años de la lucha independentista. Es un texto largo, a veces
inconexo, que comprende las ideas fundamentales por las que el autor
es conocido hasta hoy como uno ideólogos de la mexicaneidad.
De
acuerdo con Mier, la Nueva España merece ser un reino independiente
gobernado por el rey de Castillo, pero en calidad de emperador. Es
decir, sin virreyes ni tributaciones que expolien a la población
nativa y que se asume como ciudadana de un dominio de la Corona. Su
principal queja es que, hasta el momento del escrito publicado
después de las Cortes de Cádiz (1814), el grueso de los habitantes
de la Nueva España siguen siendo tratados como ciudadanos de
segunda. Para Mier, esto es una injusticia que debe cesar, pues han
sido tres siglos bajo ese signo de iniquidad.
Mier
da una revisión histórica del origen de esa injusticia. Basándose
en diversas fuentes—con especial atención en Fray Bartolomé de
las Casas—explica que la llegada de los colonizadores al Nuevo
Mundo fue sustentada en la violencia y el abuso.
La
Iglesia misma, con la figura del Papa, otorgó las nuevas tierras a
los reyes católicos con el fin de evangelizarlas, sin mayor
preocupación por los métodos para llevar esto a cabo. Las
encomiendas y el sistema para organizar la tierra fueron, según
Mier, uno de los signos más claros de esta injusticia. Ese mismo
esquema se mantiene casi intacto al siglo XIX: “ [...] quien dudare
de lo que se hizo en América en el siglo XVI, venga a ver lo que se
ha hecho y se está haciendo en el siglo XIX”1.
Otro
de los puntos más críticos para el autor es la nacionalidad de los
mexicanos. Son tantas las castas y delimitaciones que se imponen a la
población de la Nueva España que los privilegios de nacimiento se
vuelven barreras artificiales para la misma. Esto es el lastre de los
mexicanos: “[...] la opresión ha producido la reacción que era
natural presentándose una coyuntura favorable como repercute un
resorte oprimido luego que falta el obstáculo. Ni faltará el efecto
si no se remueve la causa”2.
Las Cortes de Cádiz fueron para Mier un claro espejo de esta
discriminación representativa, pues a pesar de que en la Nueva
España la población era muchas veces mayor a las de otros
territorios de la Corona, los mexicanos fueron sub-representados ante
la monarquía española por artilugios legaloides, los cuales son una
“inútil atrocidad” de la Constitución de la monarquía
española3.
El quid, como dije arriba, es que esta sub-representación de los
mexicanos les remueve facultades ciudadanas, un hecho a todas luces
arbitrario para el autor de texto. Es una inhabilitación “por
hecho y no por derecho [...] no por razón ni por ley”4
que se refleja con más vulgaridad en las diferentes castas,
tributaciones y abusos que sufre la Nueva España.
En
síntesis, a pesar de que el padre Mier hace ciertas concesiones de
época en su escritos en donde tacha a los negros y moros como razas
inferiores y distintas a los mexicanos—e incluso sustenta en sus
anexos que los mismos europeos son una mezcla racial poco pura creada
tras siglos de invasiones de diferentes grupos—la idea más
importante del texto no debe perderse de vista: los mexicanos tienen
los mismos derechos que los españoles porque los reyes católicos
conservan, más allá de normas inferiores, el acuerdo fundamental
que establece a las Américas como reinos independientes sin otro
vínculo con ella que el rey de Castilla.
“Dos reinos que se unen y
confederan por medio del rey; pero que no se incluyen”5
(Rex
hipaniarum et Indiarum),
tal como lo fueron en algún momento y sin virrey Flandes, Portugal e
Italia y ahora lo sigue siendo Aragón, por ejemplo. Cierro
este escrito con la frase más clara del texto de Mier:
“Por la Constitución dada por los reyes de España a las Américas, son reinos independientes de ella sin tener otro vínculo que el rey, precisa y únicamente en calidad de rey de Castilla, el cual, según enseñan los publicistas, debe gobernarlos como si sólo fuese rey de ellos. Mejor diría: como Emperador de las Indias”6.
1
Mier, Fray Servando Teresa de. “Idea de la Constitución dada a
las Américas por los reyes de España antes de la invasión del
antiguo despotismo”, en Escritos
inéditos de Fray Servando Teresa de Mier,
México, El Colegio de México, 1944, p. 266.
3
Idem.
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