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Vicente Riva Palacio y el determinismo histórico

En esta lectura José Ortiz Monasterio (1955) realiza un análisis historiográfico de la obra multi-volumen México a través de los siglos, dirigida por Vicente Riva Palacio y publicada entre 1884 y1889. El académico del Instituto Mora establece en México eternamente. Vicente Riva Palacio ante la escritura de la historia que el reconocido hombre del siglo XIX muestra su faceta más ecléctica como historiador en lo que tal vez sea el libro de historia nacional más ambicioso de su era. Vicente Riva Palacio (1832-1896), por cierto, no sólo fue escritor sino también político, diputado, regidor, gobernador del Estado de México y de Michoacán, militar, constituyente del 57, magistrado de la Suprema Corte de Justicia, y periodista. 

Tan polifacético fue su libro como su carrera. El referido es autor del segundo tomo de la obra que dirigió, los autores de los otros cuatro fueron otros literatos de su época: Juan de Dios Arias, Alfredo Chavero, José María Vigil y Julio Zárate. Como particularidad, los cinco tomos fueron ricamente ilustrados con cientos de dibujos y retratos, muchos de ellos a color. 


De acuerdo con Ortiz Monasterio (quien por cierto se casó con Claudia Aguilar Riva Palacio), el segundo tomo de México es el más importante de los cinco que comprenden la obra, pues en él se ligan los tres siglos de conquista con la independencia nacional. Es decir, su tomo es el que fundamenta la esencia nacional, de donde se desprende justamente el título del trabajo completo. Para Riva Palacio, identificado claramente con las ideas liberales de su época, el pueblo es una entelequia que se construye a lo largo de la narración del texto referido—estratégico--para llegar a construir una nación. Su tomo es el embrión del origen de la nacionalidad mexicana.1 

De ahí que su libro tome un orden cronológico de 1521 a 1799 para evidenciar el progreso de la nación. Y si bien tiene rasgos positivistas, advierte Ortiz Monasterio, el autor no puede considerarse como tal, a pesar de haber publicado la obra en pleno Porfiriato. Es un ecléctico, no un dogmático. Entretejido en el texto se leen digresiones teóricas, filosóficas, máximas políticas, frases de los clásicos, que revelan que el autor va mucho más allá de esa clasificación para componer su argumentación, realizada con poco más de mil fuentes documentales. En pocas palabras, para Riva Palacio el país es un ente cuya esencia es siempre idéntica, en donde puede haber alteraciones pero no alcanzan el ser de México; los siglos cambian, México no.2 

La liga con la modernización de su época es clara: “La historia es un proceso (progreso evolutivo) hacia la moderna civilización; ésta es una historia determinista: hay una meta fijada desde el principio a la que se le puede llamar la moderna civilización, lo mismo que la república independiente”.3 El pueblo tiene dos raíces: la indígena y la española, pero sólo después de la conquista se constituye en uno solo. Así nace la idea de “México”. La conquista es entonces un progreso, no un hecho del cual se deba avergonzar el lector mexicano y moderno que tome el libro de Riva Palacio. La unión de ambos mundos era el destino inevitable y la patria que nace a partir de la mixtura es el alma nacional. Un punto interesante, seguramente no casualidad: criollos y mestizos son confundidos en la obra, señala Ortiz Monasterio, de tal forma que ambos son, en el fondo, parte del pueblo que busca su libertad. 4 

Dicho elemento es parte del “acendrado nacionalismo” que transpira el bolígrafo de Riva Palacio.
Para conocer la esencia de un país, hay que fijarse en los hechos panorámicos y no las pequeñeces, argumenta Riva Palacio. “Para conocer y comprender la marcha de la humanidad o de un pueblo no son los detalles lo que deben presentarse, sino el movimiento, las tendencias, los choques de las grandes agrupaciones, que de no ser así tratados escaparían a la inteligencia […] Seguir el detalle es perder el conjunto”.5 

Esa visión panorámica de la historia, descrita con sumo detalle a lo largo del libro completo de Riva Palacio, hacen de México el logro mayor de la historiografía del siglo XIX, según Florescano y otros referentes del campo de estudio. 6 Es un libro que es tanto un compendio de datos como un fundamento filosófico de la nación.

1Ortiz Monasterio, J. México Eternamente. Vicente Riva Palacio ante la escritura de la historia, FCE-Instituto Mora, México, 2004, p. 291.
2Ibid, p. 295.
3Idem.
4Ortiz Monasterio, Op. Cit, p. 301.
5Riva Palacio en Ortiz Monasterio, p. 322.

6Ortiz Monasterio, Op. Cit, p. 349.

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