En
este texto resumiré los principales elementos del escrito “Sin
política y sin conflicto: el intento de la Dictadura de Primo de
Rivera”, escrito por Gabriel Pere para el libro Historia
de España, siglo XX, 1875-1939
(2005), autoría de Ángel Baamonde.
Aquí vemos el desempeño en el
gobierno y la llegada al poder del general Miguel Primo de Rivera
(1870-1930), quien trató de instaurar un gobierno conservador en
oposición directa con las tendencias liberales políticas y
monárquicas que habían imperado en España en la última parte del
siglo XIX y principios del XX. Primo de Rivera contó con la
avenencia de Alfonso XIII y llegó al poder en 1923 después de un
golpe militar.
Creyó en la monarquía, pero al mismo tiempo adoptó
formas seudo fascistas de poder importadas de Italia. A diferencia
del régimen fascista impuesto en Italia, en España se mantuvo la
monarquía. Esta fue además la época de las grandes dictaduras de
Europa. Viendo de esa forma la actuación de Primo, dice el autor, no
debe sorprender lo que sucedió en la España de la primera
posguerra. Dejó el cargo en 1930 después de perder el apoyo de la
monarquía y la milicia.
La
razón del golpe por el cual Primo de Rivera justificó su llegada al
poder fue “liberar al país de la vieja política”, destruyendo
todo el aparato viciado de la Restauración. De ahí que su objetivo
fuese reunir el poder un pequeño número de personas para corregir
el rumbo. El origen de estos problemas había sido el año 1898. La
metáfora de “cirujano de hierro” se utilizó para destruir el
poder de los caciques que se encontraban en la vida local, judicial y
partidos de España. Primo de Rivera insertó a militares en esas
esferas del poder para desterrar las viejas estructuras.
A la cabeza
quedaba él mismo. En esta primera fase del gobierno, en 1923,
también instauró una proclamación de estado de guerra. En 1924 se
aprobó el Estatuto Municipal y se sustituyó a los militares que
habían sido colocados en el poder en la inmediatez del golpe
militar. Ese mismo año se hizo oficial el lanzamiento de la Unión
Patriótica (UP). Su intención en este momento era construir un
nuevo edificio político y una fuerza política propia. Para esto
requirió el apoyo de la organización paramilitar del Somatén y
otras organizaciones capaces de actuar en defensa de los “ciudadanos
honrados” al margen de la mediación del Estado.
Dichas
organizaciones eran generalmente conservadoras, económicas y
patronales
y podían transformase en apéndices armados contra frentes de
oposición. Algunas de ellas tuvieron tendencias fascistoides, a
pesar de que Primo no instauró un gobierno de esa naturaleza, pues
su llegada al poder nunca fue apoyada por una masa popular, sino que
fue una movilización desde arriba.
A
partir de 1924 se buscó un apoyo popular para el gobierno
primoriverista. La UP fue determinante en este esfuerzo, pero nunca
logró su objetivo cabal de asumirse como partido político. A pesar
de eso, hubo enfrentamientos constantes de estudiantes, intelectuales
y sectores del propio ejército. En 1925 entran algunos civiles a su
gobierno, pero a la cabeza sigue estando Rivera. A esto se le llamó
el Directorio Civil.
Poco después se trató de aprobar una Asamblea
que cambiaría radicalmente la organización política española en
Estado, Provincia y Municipios. En la misma participaron personas de
las áreas conservadoras y más acaudaladas de la sociedad. Después
se propuso un Consejo del Reino en el que se limitó el poder de la
Corona.
El nuevo gobierno pretendía ser una dictadura de notables.
Iba contra el liberalismo. Era corporativo, intervencionista,
antidemocrático y conservador. La religión era católica, la
monarquía sagrada y la propiedad privada muy importante. Era
antirregional. En 1929, sim embargo, la peseta se devaluó y el
gobierno de Primo comenzó a deteriorarse. Poco tiempo después
perdió el apoyo de la monarquía y del ejército y tuvo que salir de
España. Murió en Francia en 1930.
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