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El periódico y su importancia para la historia

En su esto “El periódico, un documento historio-gráfico”(2000), Rosalba Cruz afirma que es complicado analizar un diario desde el punto de vista historiográfico, a pesar de la valía de estos documentos. 

Dice, por ejemplo, que los estudios existen inevitablemente relacionan a los diarios mexicanos y de la Nueva España con el surgimiento de la imprenta y su asociación con el libro. Sin embargo, hay grandes huecos en esta área de estudio. En el pasado, éstos se han tratado de tapar mediante listados que no abundan en el contenido de la formación e ignoran su contexto. Esto se debe, a veces, a que los estudiosos de este tema rara vez acceden a las fuentes primarias de información—los diarios en sí—y se conforman con fuentes secundarias o terciarias. Es raro, dice la autora, encontrar a un historiador que haga de este tema su especialidad. 

Los historiadores que lo hacen son frecuentemente “aventureros” o pertenecen a una institución estatal. Sus temas principales de estudios son la política y la literatura, aunque a veces les ocupa la mujer en el periodismo, la prensa obrera y la legislación de imprenta. Otro tema recurrente es la historia de los héroes de la libertad de expresión (Fernández de Lizardo, “El Nigromante”, los hermanos Flores Magón, etc). Aquí es importante destacar que el mismo objeto de estudio ha sido muy difícil de definir. 

No hay una referencia exacta para determinar el inicio de la “prensa nacional”. Algunos estudiosos la citan en 1666, otros en 1722, ya con publicaciones criollas. Sin embargo, es común encontrar que los autores utilicen los diarios para generalizaciones de grupo cuando sólo revisan una publicación periódica. Sus interpretaciones son muy generales, critica la autora, y muchas veces erróneas. Eso no basta, dice, pues hay que conocer los principales diarios de cada época para conocer la importancia de la muestra seleccionada. 

La relación es directa y es importante porque un periódico puede ser sumamente útil como fuente primaria información. Para estos hay que entender que no existe una metodología especifica para realizar un trabajo historiográfico con un periódico. De entrada, dice Cruz Soto, hay una doble subjetividad: la intencionalidad del editor que colocó la información y la interpretación del historiador que hace el discurso. Aquí pone de ejemplo lo sucedido al final del movimiento de Independencia. El tratamiento de la entrada de Iturbide a la Ciudad de México fue distinto en un diario (la Gaceta Imperial), un paper y un libro. 

Cada uno presenta intenciones distintas afectadas por su contexto. Cito: “La historiografía es un enfoque, una forma reflexiva de acercarse a la historia que renuncia a la objetividad imposible del naturalismo historio gráfico. Explora en la obra misma y en las circunstancias de su producción, analiza su discurso, desentraña el público al que el autor dirige sus textos, y descubre el sentido específico -la intención- que el autor impone a los hechos porque éste analiza los acontecimientos desde su realidad y su experiencia, imponiendo su particular interpretación”.  

La autora ofrece otras conclusiones sobre la relación entre historia y periodismo: 1) Aceptar que el periódico puede verse como un documento histórico, si bien los textos contenidos en él no están escritos con esa intención. Dan informaciones sobre la realidad circundante. 2) Entender que una publicación periódica constituye en sí misma un discurso que puede ser analizado. 3) Ver los sucesos de un periódico como un suceso en sí. Buscar el “quién”, “qué”, “cómo” y “para qué”. 4) Leer  el documento mismo para evitar imponerles una realidad que no contienen, pero ser lo suficientemente atrevido para interpretarlos como historiador. 5) Saber diferenciar entre una gaceta y un periódico de los primeros años de vida independiente del país. 

El segundo abandonó la exposición de temas académicos y, por otro, se convirtió en una estructura más o menos fija que se abrió para dar espacio a discusiones variadas (los primeros iniciaron con un ánimo de mostrar a los europeos que en América también se podía hacer ciencia y había desarrollo intelectual, el cual se mezclo con el orgullo nacionalista). 6) El formato del diario importa. Revela para quién va dirigido. 

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