Paso por aquí diario rumbo al trabajo. Justo en ese punto hay (había?) un vendedor callejero de audífonos, un puestito de sándwiches y otro de paraguas. Cuando estoy de buenas, saludo al Roble.
Y un día cae una granizada, como ayer, se cae el Roble de 15 metros que estaba ahí haciendo sombra y qué te queda? También le pegó a tres coches que pasaban por ahí a esa hora. Otra vez, qué te queda?
Una escultura de unas manos verdes a la Sequeiros, igual, quedó desecha. Eso es bueno. A NADIE le gustaba.
Destruye las cosas como están y después destruye lo que somos. Como el Clima.
cuándo fue eso? Ni me enteré. Qué bien que destruyó la esculturilla esa verde que, por cierto, ya estaba a medias.
ResponderEliminarFue ayer, Botón!
ResponderEliminarPor culpa del Roble, que se cayó en la esquina de mi casa, di una vuelta gigante e hice una hora y media a Perisur...
ResponderEliminarJaja, maldito Roble!
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